domingo, 29 de marzo de 2015

EL  ESCONDITE


Una  señora  regresaba a Caracas en avión  después  de unas vacaciones  y, en el asiento de al lado, viajaba un cura.
Antes del aterrizaje, ella le dice :-Padre,  ¿ Puedo pedirle un favor ? -Si, hija mía, ¿Que quieres ?
- Mire, Padre, compré en Miámi un dépilador eléctrico súper sofisticado, muy caro y tengo miedo de que supere mi limite en la Aduana. 

¿ Podría  usted  esconderlo debajo de su sotana ? -Si puedo,  hija mía, solamente  debo advertirle que no sé mentir.
La señora  piensa  " ¡Ay Ojalá que nadie le pregunte  nada al cura ! " -Esta bien, Padre, gracias por su ayuda . . . Y le entrega el depilador.

Al llegar al destino, en el aeropuerto, el Inspector de Aduana le pregunta al sacerdote :-¿ Algo que declarar, Padre ? A lo que el cura responde :-De la cabeza a la cintura, nada que declarar, hijo mío.Medio extrañado, el Inspector le pregunta: -¿Y de cintura para abajo, que tiene ?
Alli  abajo tengo un instrumento para mujeres  que nunca h usado.

El Inspector muerto  de la risa, le dice :- Adelante, ¡el próximo de la fila!

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